jueves, 4 de septiembre de 2014

Para todos esos campeones prematuros

Mi pequeño gran campeón


Te buscamos con todo el amor del mundo
según iban pasando los meses crecía nuestra ilusión,
eligiendo tu nombre, tu ropita,
adornando emocionados tu habitación;

Me desperté un día con sudores fríos
quise apartar de mi mente el temor,
pensando que los nervios me habían traicionado
que se me pasaría el dolor;

Pero enseguida supe que algo pasaba
cuando sentí una larga contracción,
nos miramos alarmados, no podía ser posible
no estaba ni en el sexto mes de gestación;

Rezaba para que todo se calmara
te hablaba pensando que con el sonido de mi voz,
dejarías de empujar y seguirías creciendo
pero nada de eso funcionó;

Los médicos nos dijeron que no vivirías
que era muy crítica tu situación,
nos dejaron entrar para darte un beso
teníamos que ser fuertes para decirte adiós;

Entramos cogidos de la mano
nos dolía tanto que nos faltaba la respiración,
eras tan pequeñito, tan indefenso,
verte rodeado de cables nos rompió el corazón;

Quise cogerte para despedirme
sentir tu piel cerca e inspirar tu olor,
tu padre te cogió la mano y le apretaste tan fuerte
que tus ganas de vivir nos emocionó;

Fueron muchos meses de incertidumbre
hasta un simple catarro nos hacía temer lo peor,
pero fuiste superando cada batalla
tan pequeñito pero un gran campeón;

Ya ha llegado el día, te llevamos a casa
gracias por ser tan luchador,
solo por verte sonreír todo merece la pena
bienvenido a la vida, mi querido amor.