sábado, 15 de diciembre de 2012

La enfermedad del olvido

Es una historia ficticia, pero el fondo va en homenaje a una persona muy querida para mi, a su familia más próxima,que es la mía también, y a todas aquellas personas que están pasando por algo tan duro. . .




Hoy al mirarte a los ojos
te volví a ver,
había luz en tu mirada
me volvías a reconocer;

No se cómo me di cuenta
pero de pronto un día observé,
que la vitalidad que te caracterizaba
habías dejado de tener;

Empecé a ir detrás apagando luces
cerrando grifos, intentándome convencer,
que solo eran pequeños despistes
y bromeábamos con tu vejez;

Pero un día saliste como cada mañana
y ya no supiste volver,
te encontré en la plaza llorando
y al ver tu cara de angustia, me asusté;

Los médicos te hicieron mil pruebas
y al escuchar Alzheimer me derrumbé,
poco a poco te perdería
no había nada que pudiera hacer;

Te pusieron ejercicios y terapias
para intentarlo contener,
pero la maldita enfermedad no conoce de esfuerzo
y avanzó con gran rapidez;

Como cada día fui a arreglarte
me sentía otra vez niña al oler tu piel,
y se me rompió el alma al oírte decirle a papá
"Esta chica que me mima tanto, ¿quién es? "

Llegó el momento de ingresarte
y aunque en ese momento me odié,
sabíamos que no podíamos solos
en casa no podíamos cuidarte bien;

Aunque me duela que me mires y no me veas
que al ver la duda en tu mirada me sienta romper,
volveré a cogerte la mano y escucharte
presentarme a papá, una y otra vez;

Emocionarme veros enamorados
disfrutando de un amor tan puro y fiel,
pero sufriendo por ver cómo se traga las lágrimas
 cuando sólo le reconoces a él;

Como te cuida y te mima
de tu lado no se quiere mover,
la pena le va consumiendo
y temo perderle también;

Que injusta es la vida
que triste y que cruel,
luchasteis tanto por darme la vida
y yo no os lo puedo devolver;

Hoy al reconocerme quise engañarme
por un segundo pensé,
que había una esperanza
que lo podíamos vencer;

Mamá abrázame muy fuerte
quiero transportarme al ayer,
cuando me decías que nunca me faltarías
que a tu lado nada tenía que temer;

Pero enseguida me he dado cuenta
con mucho dolor he llegado a comprender,
que volverías a perderte en tu mirada
que tu mente te volvería a absorber;

Me preguntas por tu pequeña niña
me obligo a separarme para mirarte bien,
te digo que te quiere mucho y me derrumbo
porque tu querida nieta, ya es una mujer.