La lucha mereció la pena
Perdiste lo que más querías
una parte de ti murió con él,
el mundo se te vino abajo
sin saber que hacer;
Cómo explicarle a la niña que se había ido
que su lucha acababa de perder,
que papi ya no estaba
que no la vería crecer;
Con coraje supiste salir adelante
te diste cuenta enseguida que fácil no iba a ser,
pero tu niña no se merecía verte triste
y tu pena en una gran sonrisa, supiste esconder;
Hicisteis las maletas llenas de sueños
dejaste atrás tu tierra prometiéndote volver,
buscando una mejor vida
que allí no ibas a tener;
Pero ella no se hizo al cambio
la añoranza de su casa no pudo romper,
y otra vez con el corazón roto
te separaste de tu niña, por su bien;
Nadie sabe lo que lloraste sola cada noche
todas las veces que sentiste caer,
reprimiendo las ganas de salir corriendo
levantándote del suelo una y otra vez;
El amor volvió a llamar a tu puerta
te volviste a sentir mujer,
aquella que olvidaste en tu Cuba querida
que pensaste que no la volverías a ver;
Hoy tu pequeña alma está contigo
ya es una preciosa mujer,
que te recuerda que todo mereció la pena
que el amor de madre todo lo puede vencer.