martes, 22 de marzo de 2016

Una dedicatoria anónima para alguien que quiere mucho

Permítete sonreír

Necesito que leas estas líneas atentamente
que las grabes a fuego en tu corazón,
que no olvides ni una sola coma
que las aprendas como una lección;

Se que la pena te ahoga el alma
no puedo imaginar ese horror,
el destino te quitó lo que más querías
te llenó la vida de dolor;

A veces sientes que eres la única que lo añora
que los demás parece que ya le dijimos adiós,
que seguimos adelante con nuestra vida
cuando la tuya ese día se rompió;

Si sonríes crees que le fallas
si amaneces alegre sientes que le tienes que pedir perdón,
como si tu condena fuera estar triste
como si no merecieras nada mejor;

¿Tu crees que él quisiera verte triste?
¿Se sentiría bien si tu estás peor?
o le gustaría que lloraras para limpiar el alma
y después verte reír, de buen humor;

Yo también lo añoro cada día
mi vida aquel día también se hundió,
pero siento que le debo ser feliz cada día
disfrutar todo lo que la vida le quitó;

Lloro hasta quedarme sin fuerzas
echo de menos su risa, su olor,
pero también río al recordarle
por todos los buenos momentos que nos regaló;

Recapacita máma, echamos de menos tu alegría
 que aquel día también se marchó,
nos hace falta en nuestro día a día
verte feliz es nuestro motor.