lunes, 5 de noviembre de 2012

YA ESTOY EN CASA PAPÁ

05 NOVIEMBRE 2012


Siempre me pareció que mis padres exageraban
que el miedo que tenían era por su edad,
veían peligros por todas partes
que no correspondían con la realidad;

No dormían si yo no llegaba
me rogaban que llamara si iba a tardar,
pero solo me preocupaban las fiestas y mis amigos
y al otro día se me volvía a olvidar;

Hoy los entiendo mejor que nunca
me arrepiento de todo lo que les hice pasar,
ahora se han cambiado los papeles
soy yo el que espero hasta verla llegar;

Hoy sale otra vez de fiesta
me besa y me dice: " Duerme, no me tienes que esperar",
y el miedo se apodera de mi mente
me siento angustiado, no lo puedo evitar;

Recuerdo cuando aun jugaba con muñecas
como le gustaba oír a los payasos cantar,
me esperaba para darme el abrazo mas fuerte
cuando regresaba cansado de trabajar;

Para mi seguirá siendo mi pequeña
la niña de mis ojos, la más especial,
la que me pedía que le diera un beso
y no se dormía si no la iba a arropar;

Me sobresalta el sonido del móvil
los segundos se me hacen una eternidad,
hasta que los nervios me permiten cogerlo 
y el nudo en la garganta apenas me deja hablar;

Es mi niña pero no la entiendo
me chilla histérica sin dejar de llorar,
habla de avalanchas, de muertos
tiene un ataque de ansiedad;

Intento que respire y se tranquilice
a duras penas puedo lograr,
que me diga qué ha pasado
y sobretodo, donde esta;

De camino pienso si me esta engañando
me la imagino herida en el hospital,
hasta que llego y la veo ilesa
llorando y temblando sin parar;

Me la llevo a casa llorando como una niña
la acuesto en su cama sin dejar de temblar,
ni la pastilla logra que duerma tranquila
y a ratos empieza a gritar;

Hay padres que no han tenido esa suerte
que vieron salir a sus hijas y no regresar,
que el mundo se les paró en ese instante
y que la vida nunca sera igual;

Hoy todos se pelean buscando al culpable
después de una desgracia que se pudo evitar,
por la avaricia de unos indeseables
y el permiso de la autoridad;

La miro dormir y sonrio contento
pero inmediatamente me asalta la culpabilidad,
por esos padres que han perdido a sus hijas
o los que velan en el hospital;

Quiero que lo supere pero tengo miedo
se que tiene que salir de fiesta y disfrutar,
y yo esperaré en vilo cada noche
a que me susurre: " Ya estoy en casa,papá"