Abuela aquí estoy de nuevo
como cada día, necesito hablar,
estás tan lejos de mi lado
que a cada momento te extraño más;
¿Sabes? Hoy conocí a una señora
que no paraba de llorar,
me miró y se me rompió el alma
no la supe consolar;
Me acerqué y le cogí la mano
intentándola tranquilizar,
le pedí que me contara su historia
que es lo que le hacía penar;
Me miró agradecida
porque solo necesitaba hablar,
y con la mirada más triste que he visto
sin pausa, me empezó a contar;
Se enamoró muy joven de un buen hombre
al poco tiempo se pudieron casar,
tuvieron muchos hijos
que con gran esfuerzo lograron criar;
Llegaron los nietos y bisnietos
que a los dos les encantaba cuidar,
rodeados de toda su familia
se sentían felices de verdad;
Pero hace cinco años perdió a su marido
por una maldita enfermedad,
se fue consumiendo poco a poco
y su corazón no aguantó más;
Ella no quiso ser un estorbo
y su tristeza habló sin pensar,
pidió ser ingresada en una residencia
porque no quería molestar;
Se arrepintió nada más decirlo
de su familia no se quería separar,
pero en ese instante se dio cuenta
que ya nada sería igual;
Nadie intentó convencerla
ni le dijeron que tenía que borrar,
esa estúpida idea de ingresarse
que nunca la iban a dejar;
Los miró uno a uno y no vio pena,
solo el alivio del que no quiere acarrear,
con el marrón de aguantar a la abuela
y ante sus ojos se descubrió la realidad;
Le bombardearon con palabras vacías
prometiéndole que la iban a visitar,
pero cada día se sienta en aquel banco
solo acompañada de su soledad;
Pero ya no espera ni nada ni a nadie
sabe perfectamente que ya no vendrán,
envuelta en la amargura y la pena
espera en silencio su final;
La abracé, no puede contenerme
parecía que la cabeza me iba a explotar,
como pueden olvidar a quien te quiere tanto
a quien por ti no ha dejado de luchar;
Cada día me acerco a visitarla,
merendamos, jugamos o nos vamos a pasear,
se emociona si le abrazo y le digo
que la quiero adoptar;
En ella te veo a ti, abuela,
tu dulzura y tu serenidad,
igual que cuando tu me abrazabas
a su lado me siento en paz;
Hoy se viene a vivir a casa
tus nietos la quieren a rabiar,
han recuperado ese amor de abuela
que les falta desde que tu no estás;
No parece la misma persona
sus ojos rebosan felicidad,
ahora por fin se siente querida
e importante para los demás;
Anoche los niños me abrazaron fuerte,
y me dijeron: " No te debes de preocupar,
nosotros siempre estaremos a tu lado
nunca te vamos a abandonar;
Te amamos ahora que eres joven y bonita
pero con arrugas lo haremos más,
te devolveremos multiplicado por millones
el amor que cada día nos das;
Y el día que seas tan viejita
que no puedas casi ni andar,
te cuidaremos con tanto cariño
como lo haces tu ahora, mamá."