domingo, 19 de octubre de 2014

Para todas las guerreras que luchan por vencer el cáncer de mama

Yo también soy una guerrera


Hoy desperté temprano
todavía no había amanecido pero no pude dormir,
lloro, es el único momento que me lo permito
no quiero que nadie me vea así;

Porque no tengo de qué avergonzarme, soy una luchadora,
me miro al espejo y sonrío al sentir,
la fuerza de todas esas guerreras que no ganaron
que desgraciadamente no están aquí;

Hace un año empezó mi lucha
al ducharme lo descubrí,
enseguida supe que algo pasaba
ese bulto antes no estaba ahí;

Fui a escondidas al médico
no quería que antes de tiempo empezaran a sufrir,
me intenté engañar pensando que no era nada
aunque en el fondo sabía que me quería mentir;

El médico me miró y lo supe enseguida
mi mundo se paró, no supe qué decir,
al escuchar "cáncer de mama" se me heló la sangre
solo pensé: "No me quiero morir"

Me dijo: "Tranquila, que estamos a tiempo, 
tienes muchas posibilidades de sobrevivir,
pero la lucha va a ser dura, no te miento,
tienes que ser positiva para poder salir"

Fui a casa como en una nube
me abracé a mi familia intentando fingir,
que el miedo no podría conmigo
por ellos no me podía hundir;

Llegó la operación y la quimio
 había días que solo quería dormir,
el espejo era mi peor enemigo
no quería que nadie me viera así;

En el hospital conocí a otra guerrera
había superado uno y se le había vuelto a reproducir,
pero emanaba una fuerza indescriptible
a pesar del dolor no dejaba de sonreír;

Me dijo que el bicho podía robarle un pecho o el pelo
pero nunca las ganas de reír,
podía perder la guerra pero lucharía cada batalla
disfrutaría cada día que le quedaba por vivir;

Y me di cuenta que le estaba dando armas
me miré en el espejo y decidí,
que el pañuelo rosa sería mi bandera
la cicatriz mi medalla por resistir;

Puede que yo también pierda la guerra
pero mientras tenga fuerza voy a exigir,
que la salud no sea un negocio corrompido 
que unos cuantos se quieren repartir.