Vuela cariño.
Quién me iba decir que hoy te estaría escribiendo una despedida
que de la noche a la mañana tu camino se iba a acabar,
que la vida tenía guardada esta broma macabra
que te has ido y ya no vas a regresar;
Cómo asimilar que tu luz se ha apagado
cómo entender que tu sonrisa ha dejado de brillar,
cómo consolar a una madre que ha perdido lo que más quería
que llorando grita tu nombre porque ya no te puede besar;
Cómo decirle a tus niños que ahora tienen que ser fuertes
que esa herida que sienten nunca va a cicatrizar,
que no habrá nada que llene ese vacío tan grande
que ese pellizco en el alma siempre lo van a notar;
Cómo ayudar al amor de tu vida
que vive por inercia porque tiene que respirar,
al irte te has llevado la mitad de su corazón roto
y sin ti ya no lo puede reparar;
Cómo decirle a tus princesas que te has ido
que su adorada abuela se ha tenido que marchar,
que a partir de ahora las mirarás desde una foto
y que solo en sus sueños las vas a visitar;
Cómo acostumbrarnos nosotros que ya no te veremos
mi madre sin ser la tuya no deja de llorar,
la vida nos unió sin llevar la misma sangre
en nuestros recuerdos siempre viva vas a estar;
Ojalá sea verdad que hay algo al otro lado
que a tu adorado padre vuelves a abrazar,
que hay un sitio tan bello donde esperarnos
donde lo que nos daña no puede entrar;
Donde mi padre te acogerá como si fueras una de nosotras
y los dos compadres enfadados no dejen de protestar,
seguro que no te tenían la fiesta preparada
porque aún no era tu hora de llegar;
Adiós cariño no te preocupes que los cuidaremos
vuela, vuela alto que aquí te vamos a extrañar,
mira si el mundo te echa ya de menos
que el cielo desde entonces no se deja de lamentar.
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